ESSENTIA MINISTRILES - No la devemos dormir
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- ESSENTIA MINISTRILES - No la devemos dormir
- 2023-03-18T12:00:00+01:00
- 2023-03-18T23:59:59+01:00
- FeMÀS en Las Calles
FeMÀS en Las Calles
Ficha Artística
Essentia Ministriles
Andrea Ramírez Ortegón, soprano
Moisés Maroto, flautas dulces
Alberto Barea, chirimía
Francisco Blay, sacabuche y dirección
Programa
No la devemos dormir. Danzas y canciones de la Europa renacentista
Tielman Susato (c.1510/15-d.1570)
La Mourisque (Basse danse)
Joan Brudieu (1520-1591)
L’amor y la magestad (Madrigal V)
Claude Gervaise (1525-1583)
Pavane de La guerre
Anónimo (Cancionero de Upsala, Venecia 1556)
No la devemos dormir
Anónimo (siglo XVI)
Volta
Michael Praetorius (1571-1621)
Spagnoletta
Juan del Encina (1468-1529)
Romerico, tú que vienes
Claude Gervaise
Vieja Alemanda
Anónimo (Cancionero de Palacio, c.1490-1520)
Ay, Santa María
Thoinot Arbeau (1519-1595)
Bransle Oficial / Bransle de chevaux
Anónimo (Cancionero de Palacio, c.1490-1520)
Ay, linda amiga
Pedro de Escobar (c.1465-d.1535)
Pásame por Dios, barquero
Giovanni Giacomo Gastoldi (c.1555-1609)
Il ballerino
Notas
La música jugó un papel esencial en la España oficial de los Reyes Católicos. Las artes florecen bajo el patronazgo de Isabel y Fernando. Un grupo de trompetas y atabales acompañaban permanentemente a los reyes, anunciando su presencia y elevando la moral en el campo de batalla. Tañedores de instrumentos altos y bajos participaban en procesiones, danzas y banquetes y los cantores daban solemnidad a los servicios de las capillas reales o servían de entretenimiento con sus canciones de amor cortesano y de propaganda.
Para el paso del siglo XV al XVI en el entorno de la corte eran pues habituales los conjuntos de trompeteros y en las capillas eclesiásticas debieron de ser comunes los ministriles, aunque la primera contratación documentada data de 1526, cuando el cabildo de Sevilla contrata a cinco (tres chirimías –tiple, tenor y contratenor– y dos sacabuches). En cualquier caso, su número era en general escaso y su formación debió de ir asumiéndose con el tiempo dentro de las propias capillas. Sabemos que participaban en misas solemnes, procesiones y ciertas partes del oficio, tocando piezas de polifonía vocal, a veces en alternancia con los cantores y el organista. Pero fuera de las capillas sacras, desarrollaron también una importante actividad, atendiendo las necesidades de las corporaciones ciudadanas que los solicitaban. Para esas ocasiones debían de ser normales las danzas y canciones de todo tipo. Sin duda el sonido de las ciudades europeas del siglo XVI se llenaba en ocasiones festivas de los timbres de las flautas, chirimías, sacabuches, trompetas y atabales habituales de estos conjuntos.
En este programa se tratan de recrear esos aires de fiesta urbana a partir de danzas y canciones. El repertorio de danzas se vio altamente favorecido con la aparición de la imprenta musical en 1501. Pronto los talleres europeos empezaron a publicar multitud de aires bailables. La imprenta de Tielman Susato en Amberes o la de Pierre Attaignant y su ayudante Claude Gervaise en París son buenos ejemplos. La danza se iba a convertir en un signo de distinción de la aristocracia del Renacimiento y pronto se le iban a dedicar tratados, como la Orchésographie de Thoinot Arbeau, un auténtico manual de baile, que incorporaba ilustraciones para mostrar los pasos. Se publicó por primera vez en 1588, con tanto éxito que antes de terminar el siglo ya había conocido varias reimpresiones. A principios del siglo XVII, Michael Praetorius publicó una de las recopilaciones de danza más famosas de su época, Terpsichore (Wolfenbüttel, 1612). Para ese tiempo el universo madrigalesco, tan noble y erudito, llevaba tiempo conmovido por aires más populares, que llegaban en forma de canzonettas y ballos, como los de Gastoldi, un auténtico especialista en el género. Eran piezas ligeras, como Il ballerino, escrita a 3 voces, frente a las 5 del madrigal clásico.
Valga esta pieza vocal para acercarnos al resto del programa de canciones, que sale básicamente de la tradición española de romances y villancicos, recogidos sobre todo en cancioneros. Así, gracias al Cancionero de Palacio, estrechamente vinculado a la corte de los Reyes Católicos, se han conservado más de 450 piezas. El dramaturgo y compositor Juan del Encina está especialmente bien representado en él con 63 piezas (incluida Romerico, tú que vienes). Pásame por Dios, barquero de Pedro de Escobar se ha conservado en cambio en el Cancionero de Elvas, un manuscrito copiado en torno a 1570 y que incluye 65 piezas polifónicas a 3 voces. Joan Brudieu nació en Limoges pero desarrolló toda su carrera en Barcelona y la Seo de Urgel, donde murió. Dejó diez madrigales en castellano y cinco en catalán en los que se aprecia la influencia de las ensaladas de Flecha. En cuanto al Cancionero de Upsala, no se trata realmente de un manuscrito, sino de una edición de villancicos recopilados en la corte de Fernando de Aragón, Duque de Calabria, que se publicó en Venecia en 1556. El único ejemplar conservado lo encontró Rafael Mitjana en la biblioteca de la Universidad de Upsala en 1907, y por eso su nombre. No la devemos dormir es un villancico de Navidad a cuatro voces.
© Pablo J. Vayón
Textos
Biografía
Essentia Ministriles
El grupo Essentia Ministriles nace en el seno del Festival de música renacentista y barroca de Vélez Blanco, formado por parte del profesorado de dicho curso. El grupo ha realizado conciertos y eventos de música antigua en Siglo de Oro de Almería, Jornadas históricas de Alanís de la Sierra, Catedral de Cádiz, Smade, Festival de música renacentista y barroca de Vélez Blanco, etc. y participa por primera vez en Femás. La formación original es contratenor, flautas de pico, chirimía, sacabuche y percusión. Esta varía en función del repertorio a interpretar.
Imágenes