23 de Septiembre-2016
Campaña 23 de Septiembre-2016
El Área de Igualdad, Juventud y Relaciones con la Comunidad Universitaria del Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, a través del Servicio de la Mujer, elabora y difunde, en colaboración con diversos servicios, organismos y empresas municipales y otros organismos y empresas de carácter externo, principalmente la Universidad de Sevilla y la Universidad Pablo de Olavide, una Campaña de sensibilización ciudadana, con motivo del 23 de Septiembre, Día Internacional contra la Prostitución, la Trata y el Tráfico de personas con fines de Explotación Sexual.
La Campaña que se presenta este año continúa centrándose en la figura del prostituidor, mal llamado “cliente” y su responsabilidad en la existencia y el mantenimiento de esta manifestación de la violencia de género que sufren las mujeres por el hecho de serlo.
Con esta Campaña, pretendemos una vez más, desmitificar la prostitución y sensibilizar sobre esta realidad con un mensaje dirigido en primera persona:
“TU DIVERSIÓN, TIENE OTRA CARA”.
Hoy en día la conducta del “prostituidor” está exenta de cualquier descalificación. La sociedad acepta y justifica su comportamiento desde la naturaleza, desde el instinto, desde unas “necesidades sexuales”. Cuando surge el debate sobre la prostitución y la explotación sexual que sufren miles de mujeres en el mundo, nunca aparece la figura del “cliente” en los discursos, nunca se le cuestiona ni es objeto de atención o de reflexiones. Aparece invisible cuando en realidad es, cuanto menos, un protagonista clave.
España es uno de los países con mayor demanda de sexo de pago. Naciones Unidas reconoce la demanda como el factor que da impulso al mercado prostitucional. Destaca que los hombres que hacen uso de la prostitución son los responsables de fomentar el crecimiento de la explotación sexual de mujeres.
Pero, ¿por qué millones de hombres eligen comprar/alquilar los cuerpos de mujeres,llamar sexo a esa conducta y disfrutar con ello?
Los hombres han integrado “ir de prostitutas” como parte del ocio. Dicen estar en contra de las mafias que explotan a las mujeres, pero, sin embargo, acuden a zonas de prostitución, entran en los locales de alterne y, entre risas, observan a las mujeres y acceden al cuerpo de una mujer a cambio de billetes. Cada vez es más común que grupos de jóvenes recurran a mujeres en prostitución como mero entretenimiento, convirtiéndose así la prostitución en una diversión más.
Cuando los hombres pagan a una mujer por unos minutos de placer para liberar tensiones o echarse unas risas con los amigos, están cosificando y deshumanizando a esa mujer, están ejerciendo violencia contra ella. El lema de la Campaña “TU DIVERSIÓN TIENE OTRA CARA” denuncia que la prostitución es una forma de violencia de género y que las mujeres no pueden ser entendidas como objetos de consumo. Los cuerpos de las mujeres o partes de sus cuerpos (boca, ano, vagina…) no son productos o mercancías, que se compran, se venden o se alquilan durante 20 minutos. Sin embargo, la prostitución se presenta como sexo, como ocio y entretenimiento, como un derecho de los hombres y no como violencia de género.
Para los mal llamados “clientes” prostituir mujeres es algo completamente normal, que hacen por diversión. Pero la realidad es otra. Ni la sociedad ni los hombres que pagan por un servicio sexual quieren escuchar detalles sobre la tortura y la violencia que sufren las mujeres o lo que la ha llevado a acabar en la prostitución. Para muchas personas es más fácil creer que las mujeres que se encuentran en prostitución están porque les gusta, porque disfrutan o porque es más fácil que buscar otras opciones, pero su día a día es bien distinto, son víctimas de vejaciones, humillaciones, torturas, amenazas, agresiones,… muchas están en situación administrativa irregular, alejadas de sus familias, de su lengua, de su comunidad…
Independientemente de si las mujeres han sido o no víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual, la desigualdad, la violencia y la explotación de las mujeres están siempre presentes en la prostitución. Los hombres que hacen uso de ella deben asumir su responsabilidad en la existencia y en el mantenimiento de la misma. Porque culpabilizar y atribuir la responsabilidad a las mujeres víctimas supone una injusticia muy grave y un nuevo atentado contra los Derechos Humanos.
Desde el Ayuntamiento de Sevilla queremos visibilizar esta forma de violencia de género y dirigirnos no sólo a los hombres que compran unos minutos de placer, sino también, a la sociedad en general, que debe tomar conciencia e implicarse en la lucha contra esta problemática. Es necesario que desarrolle un papel activo, denunciando tales situaciones y rechazando que determinados hombres continúen prostituyendo mujeres.
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