Patio de Banderas

Nombre: Patio de Banderas

Tipo: Plaza arbolada

Distrito: Casco Antiguo

CP: 41004

Situación: entre Plaza del Triunfo y callejón de la Judería

Acceso: línea T1

Superficie: 1441 m²

Descripción:

Entre los muchos personajes célebres que han vivido en las numerosas casas que le dan forma, la escritora Fernán Caballero explica en su obra “El Alcázar de Sevilla” el origen de su nombre: unas banderas que estuvieron pintadas sobre el arco que todavía hoy le da acceso desde la vecina Plaza del Triunfo. Se le llamó antes “Patio grande” aunque ya en el siglo XVIII se le conoce como Patio de Banderas, siendo también denominado plaza por la regularidad de su forma y la considerable superficie abierta que presentaba rodeada de edificación.

Fue la plaza o patio de armas del primitivo núcleo militar del Alcázar: la Dar Al-Imara o casa de los Príncipes, no teniendo acceso por la puerta antes mencionada sino por la existente en la calle Joaquín Romero Murube.

Con el paso de los años y dado su carácter cerrado y de fácil defensa, se fue llenando de edificación adosada a su lados, de entre la que tiene especial relevancia la señalada con el número 2, por poseer una interesante bóveda almohade y un jardín, probablemente coetáneo, con andenes y arriates. Cerca de la salida del apeadero del propio alcázar, es posible observar, en uno de los muros existentes, restos del lado norte del patio o Jardín del Yeso, interesante muestra del arte almohade visitable en el interior del recinto del alcázar. Asimismo, en la otra esquina, un arco da paso al que fuera antiguo recinto de una de las juderías sevillanas y que hoy constituye la mayor parte del popular barrio de Santa Cruz. Desde este punto es posible obtener magníficas vistas sobre el viejo perfil almenado de las murallas y de las cubiertas de la catedral presididas por la apuntada esbeltez de la Giralda.

Nunca fue un espacio de salón o esparcimiento de especial uso público para la ciudad debido, sobre todo, a su ambiente íntimo, casi al servicio exclusivo de las viviendas que le dan fachada y a la posibilidad de ser cerrado a modo de patio de vecinos. En 1816 se organizó como plaza arbolada con bancos y una fuente al centro. En 1857, se tiene noticia de nuevas plantaciones arbóreas, pero ya carece de bancos con lo que toma definitivamente el carácter de plaza arbolada de paso o paseo. Posteriormente, y en el mismo siglo, se plantaron naranjos con el fin de prestarle una cierta decoración que hasta hoy ha sido su único componente vegetal.

El aspecto que el Patio de Banderas presenta en la actualidad es el de una plaza rectangular. Al pie de las casas que la rodean se extiende una acera pavimentada con losas de Tarifa de gran tamaño (pavimento tradicional en la ciudad hasta el agotamiento de su canteras) sólo interrumpida al pie del arco de acceso y a la salida del apeadero del alcázar. Una calzada apta para el tráfico rodado y pavimentada mediante una cuadrícula de cantos rodados enmarcada por cintas de adoquines de granito, rodea al espacio peatonal que se sitúa al centro. Éste es un recinto arbolado en todo su perímetro con una doble hilera de naranjos (Citrus aurantium var. amara) que, como se ha dicho, constituye la única vegetación de la misma. Los árboles se sitúan en alcorques encintados de ladrillo a sardinel que se abren en una gran banda pavimentada también con losas de Tarifa. Los alcorques se encuentran enlazados entre sí por canalillos, también de ladrillo, que hacen posible pasar el agua de uno a otro. Este tema compositivo, que tiene su antecedente en el patio de los  naranjos de la vecina catedral, ha sido objeto de numerosas reinterpretaciones, siendo de destacar la efectuada en los años sesenta con granito y cerámica en la plaza de la Concordia. Tras los naranjos, en el interior, se extiende una superficie terriza –como probablemente estuvo todo el patio o plaza en sus comienzos- de albero compactado con una fuente en el centro. Esta fuente, que no es la primitiva, tiene mar hexagonal y taza alta con surtidor y es obra del escultor José Lafitta Díaz, autor también de la Plaza de la Virgen de los Reyes. La fuente se halla rodeada de una superficie de planta, también hexagonal, pavimentada con mármol y ligeramente levantada sobre el albero que presenta en sus vértices columnas marmóreas unidas por cadenas. Asimismo dispone de dos grandes farolas de fundición dentro de la superficie terriza que se alinean con la fuente en dirección este–oeste.