Sellos Municipales en el Archivo Municipal de Sevilla

El sello entendido en su sentido diplomático, es decir, en el ámbito de los documentos, se define como el signo grabado sobre un soporte (plomo, cera, papel...), obtenido mediante la presión de una matriz. Era utilizado para dar validez y autentificar los documentos emitidos por una institución, entidad o persona. En la organización burocrática de los concejos se solía utilizar la expresión pasar al sello para significar que un documento había superado las formalidades establecidas y se encontraba dispuesto para su correcta expedición a falta de un último elemento validatorio, el sello, que cerraba todo el proceso de elaboración documental. Los sellos eran los elementos utilizados para manifestar la presencia simbólica del Concejo (municipio) en ciertos documentos suscritos por las autoridades (Cabildo) que gobiernan y representan a las ciudades y villas. En sus orígenes medievales, el derecho reconocido para sellar sus documentos constituía una de las manifestaciones más evidentes de la propia capacidad jurídica del concejo.

Como indica el prof. Julio González, los concejos de las entidades locales  llevan a su sello los atributos de sus preciadas glorias, de su fama, de una institución de la ciudad, de su rey o de algún símbolo que hable de su lustre y de su viva representación. Sevilla, por ejemplo, llevó a su sello, a los pocos años de su reconquista, una imagen, la de San Fernando, con la que se ha identificado plenamente desde entonces hasta la actualidad. En efecto, a partir del siglo XIII, la presencia del rey conquistador se erige como símbolo representativo de la ciudad en su sello, y del sello pasó al escudo. Y no olvidemos que desde su constitución, el concejo medieval contaba con dos signos fundamentales para manifestar la identidad de una población: por un lado, el pendón y posteriormente el escudo (signos militares) y, por otro, el sello (signo civil). Aquellos eran los símbolos usados en los ejércitos concejiles; el sello, en cambio, se utilizaba como expresión de la capacidad de gobierno de las instituciones administrativas de villas y ciudades utilizando como recursos imprescindibles el documento, la escritura y el sello.

Con la intención de difundir estos sellos utilizados para validar documentos, hemos recurrido a la Colección Sigilográfica del Archivo Municipal de Sevilla. Desde los años veinte del siglo XX el personal del Archivo fue creando una colección facticia formada por los ejemplares de sellos conservados en la documentación histórica, que eran extraídos, documentados y adheridos a unas cartulinas donde se consignaban todos los datos de localización. De los grupos incluidos –concejiles, reales, nobiliarios, de oficiales de dignatarios civiles y eclesiásticos, instituciones y cargos de instituciones religiosas- se han seleccionado 54 ejemplares correspondientes a 49 tipos distintos, todos ellos concejiles. La mayor parte corresponden a las villas incluidas en el término de Sevilla o en algunas de sus comarcas –Aljarafe, Campiña, Sierra de Constantina y Sierra de Aroche-, incluida la propia Sevilla, que ejercía como ciudad que gobernaba todo el territorio. Los restantes ejemplares corresponden a ciudades más lejanas, fuera del alfoz hispalense, como Carmona, Cádiz, Córdoba, Jerez, Antequera, Puerto de Santa María, Toledo, Guipúzcoa, Vizcaya, Menorca. Incluso existe un sello de siglo XVII perteneciente al municipio francés de Marsella.

La mayor parte de los sellos están datados en el siglo XV, sobre todo en la segunda mitad; solo hay  11 del siglo XVI y uno solo del XVII. Se conservan en general en buen estado de conservación, lo cual permite apreciar la mayor parte de los elementos textuales y gráficos que se incluyen en la composición de los sellos y que transmiten el gran valor histórico de los sellos que validaban las escrituras históricas, en este caso de las instituciones concejiles o municipales.

 

Acceso a la Galería Fotográfica

SAHP_04950_030.jpg