La Procesión de la Espada de San Fernando
Como cada noviembre y de forma ininterrumpida desde el siglo XIII, se viene celebrando en la Catedral de Sevilla una ceremonia conjunta de los cabildos eclesiástico y municipal para rememorar la reconquista de la ciudad en 1248 por el rey Fernando III.
Según dispuso Alfonso X en 1254, el 23 de noviembre, festividad de San Clemente, se debe celebrar una procesión solemne, llamada de Tercias o de la Espada, en la que el rey o su representante en la ciudad porte la espada llamada Lobera y un síndico del Ayuntamiento, en la mayoría de los casos, el Pendón de San Fernando. En la actualidad son el alcalde y el concejal de menor edad de la Corporación Municipal los que asumen ese honor.
Una festividad que a lo largo de los siglos ha conocido variaciones en la ubicación, desarrollo y, sobre todo, en el protocolo institucional, debido a los diferentes cambios políticos y sociales experimentados por esta ciudad.
En las fotografías de los Serrano, Sánchez del Pando, Gelán, Cubiles, Serafín, J.M. Serrano y R. Doblado, incluidas en esta exposición virtual, podemos apreciar la originalidad y vistosidad de una procesión que en la actualidad se desarrolla en las naves interiores de la catedral y que resulta completamente desconocida para la mayoría de los ciudadanos de a pie.
Estas imágenes proceden de negativos originales en blanco y negro, vidrios al gelatinobromuro, plástico de nitrato de varias medidas (9x12cm) y plástico de acetato de 35mm y 120mm. Con un arco cronológico que oscila entre 1919 y 2020, las fotografías han sido seleccionadas y documentadas por el personal técnico de la Fototeca Municipal y reproducidas y tratadas digitalmente por el Departamento de Reprografía.
Es esta una ocasión idónea para homenajear al que fuera durante cuarenta años Jefe del Servicio de Protocolo del Ayuntamiento de Sevilla, Mauricio Domínguez y Domínguez-Adame, que tristemente nos dejó el pasado año. Un estudioso de las tradiciones de la vida municipal y defensor de su regulación. Esta ceremonia del 23 de noviembre fue objeto de gran atención en su trabajo por varias razones, pero sobre todo en las discrepancias ideológicas en los inicios de los primeros ayuntamientos
democráticos. En numerosas ocasiones Mauricio acudía al Archivo Hemeroteca o Fototeca Municipales en busca de un documento, un artículo de prensa o una fotografía donde apoyarse para establecer el orden protocolario en los actos y ceremonias que debía organizar. En su libro Protocolo y ceremonial en la ciudad de Sevilla. ICAS, 2013, dejó escritas estas palabras:
Debo consignar, por su importancia a efectos protocolarios, los extraordinarios archivos fotográficos que en los últimos años se vienen creando en el Archivo Municipal […] El Ayuntamiento de Sevilla ha conseguido adquirir de los herederos de importantes reporteros gráficos antiguas colecciones que abarcan desde 1910 a los años ochenta. Estas colecciones, debidamente fichadas, son de una importancia capital para el protocolo. Hay que recordar que cuando un fotógrafo de un periódico o medio de comunicación realiza un reportaje, sólo aprovechará una décima parte de la información, pues pasado el tiempo cualquier fotografía que en su momento no tenía valor lo adquiere después de forma extraordinaria […] Ordenadas las grandes ceremonias de la ciudad en esos fondos, pudimos contemplar las distintas fases de éstas, el movimiento de personalidades, el uso de las etiquetas, diversos estilos en el orden de actuación y multitud de detalles que nos han permitido contemplar la historia de forma muy diferente a como la teníamos enfocada en los libros porque, en esto, cualquier ceremonia teníamos que soñarla […]
Esta nueva entrega servirá para compartir con la ciudadanía el rico Patrimonio Documental Fotográfico del Ayuntamiento de Sevilla que nos acerca hoy a esta antigua ceremonia con los fondos que se custodian en el Servicio de Archivo, Hemeroteca y Publicaciones del ICAS del Ayuntamiento de Sevilla. (EHL)