Árboles singulares de Sevilla

11 Árboles singulares de Sevilla ¿POR QUÉ NECESITAMOS ÁRBOLES? Es una pregunta lógica que se contesta de una manera sencilla: sin ellos no podríamos vivir. Los árboles son cruciales para los humanos, para la biodiversiad urbana, para la fertilidad del suelo, para la cali- dad del agua, para nuestra alimentación. ¿Y POR QUÉ EN NUESTRAS CIUDADES? Los habitantes de las ciudades no siempre somos conscientes de lo importantes que son los árboles para nuestra vida cotidiana ya que proporcionan increíbles beneficios fundamentales para nuestra cali- dad de vida, aportan oxígeno y depuran el aire que respiramos, son guardianes de nuestra piel y nos dan confort térmico cuando llega el cada vez más cálido verano, nos protegen frente a las inundaciones, contribuyen a limpiar el agua que alcanza nuestros acuíferos, nos curan cuando estamos enfermos, son el hogar y nicho de alimenta- ción de numerosos animales, plantas, hongos y bacterias beneficio- sas, organismos que a su vez también nos proporcionan numerosos servicios, etcétera, etcétera, etcétera. Parece evidente que debemos abandonar definitivamente la consi- deración de los árboles urbanos como elementos únicamente «or- namentales» y comenzar a considerarlos como una infraestructura urbana básica, la verde. Además, contribuyen en la mejora de otras infraestructuras básicas urbanas como son las redes de recogida y drenaje de pluviales, de saneamiento o de agua potable. También contribuyen en la reducción del consumo eléctrico, la mejora de la calidad estancial o de tránsito de los espacios libres o de la red viaria, etc. ¿CUÁL ES EL VALOR DE LOS ÁRBOLES SINGULARES? Algunos árboles destacan sobre los demás porque son los mejores exponentes de los enormes beneficios, diversidad y riqueza que nos brindan los árboles y los ecosistemas forestales y destacan por sus valores ornamentales (esta vez sí), paisajísticos o ecológicos. Por su longevidad, muchos ejemplares han sido testigos de la histo- ria, reciente o no tan reciente, de la ciudad, sin olvidar la propia his- toria que ellos mismos tienen en sus espaldas. En otras ocasiones, por sus especiales características se han convertido en símbolos o emblemas para la comunidad. Es interesante comprobar que la co- munión entre el árbol y el ser humano está presente en culturas de procedencia diversa desde tiempos inmemoriales. En muchos casos ante su contemplación nos sentimos asombrados o sobrecogidos por sus características; edad, exuberancia, resisten-

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