Historia de un legado
La donación de la colección de Mariano Bellver a Sevilla constituye un acontecimiento cultural extraordinario. La ciudad ha contemplado en el pasado, hace ya casi un siglo de ello, afortunadamente, generosos legados de obras de arte, particularmente los que se encuentran en el Museo de Bellas Artes, entre los que destacan los realizados por José Gestoso, Rafael González Abreu y, poco más tarde, por Andrés Parladé. Aunque cada una de ellos es de naturaleza diferente en cuanto a su contenido, todos tienen en común el hecho de ser un reflejo fiel del gusto y la personalidad de sus propietarios, aparte de constituir una generosa aportación a la cultura de la ciudad en todos los casos.
La donación realizada por Mariano Bellver al Ayuntamiento de Sevilla consta de un total de 567 obras. Las obras donadas son mayoritariamente pinturas, con un total de 299 obras, 112 esculturas de materiales y épocas diversas, a las que hay que sumar 57 figuras en marfil y hueso; 44 muebles, 42 piezas de porcelana y cerámica, y finalmente, 13 relojes. Es, por tanto, una donación muy numerosa y diversa que, aunque centrada en la pintura sevillana del siglo XIX, permite contemplar las preferencias personales del artífice de la colección. Una cuestión particularmente significativa es que el conjunto pasa a estar a disposición del servicio público, tal como desea el donante, y que además se encuentra en un estado de conservación excepcional.
La colección Bellver, tenida como un conjunto de obras con una historia y un destino común, se conforma gracias a la experiencia personal, a la biografía del donante y a su gusto artístico.
Está vertebrada por casi 300 pinturas, la gran mayoría obras costumbristas andaluzas del siglo XIX, que incluyen lienzos de conocidos pintores, en su mayor parte sevillanos, como Manuel García y Rodríguez, Valeriano Domínguez Bécquer, Ricardo López Cabrera, José García Ramos, Antonio Cabral Bejarano, José Pinelo Llull, José Gutiérrez de la Vega y Gonzalo Bilbao. Entre las últimas obras que se han integrado en la colección se encuentran cuadros de pintores extranjeros como Pharamond Blanchard, Worms, o John Phillips, entre otros, que se corresponden con su afición a las obras de pintores españoles y extranjeros que han tratado temas andaluces.
A las pinturas hay que sumar un nutrido número de tallas policromadas y de barro entre los siglos XVI y XX, marfiles, cerámicas, relojes, muebles y otros objetos de arte decorativo.
Aunque desde hace casi 20 años tenía clara su intención de donar sus obras, su voluntad se ha materializado con la donación de una amplia selección de lo más representativo de su colección. Finalmente, el matrimonio formado por Mariano Bellver y Dolores Mejías firmaron con el Ayuntamiento de Sevilla el protocolo de donación del conjunto de bienes a la Ciudad de Sevilla para ser expuesta con carácter permanente. El Ayuntamiento de Sevilla anunció la compra de la conocida como Casa Fabiola, ubicada en un lugar privilegiado en el entorno monumental de la ciudad, junto al barrio de Santa Cruz, con la finalidad de convertirla en museo donde se expondría la colección.