Historia y Galería Fotográfica

El barrio de Bellavista siempre se ha caracterizado por ser uno de los barrios de Sevilla con un movimiento social y vecinal más reivindicativo y numeroso. Fue a raíz de estas movilizaciones vecinales por lo que el Ayuntamiento de Sevilla construyó este Centro Cívico-Casa de la Cultura, en su denominación original, contando en todo momento para su diseño con el colectivo de vecinos agrupados en una coordinadora de veintiocho entidades del barrio, que conocían las necesidades del mismo.

Las raíces del Centro Cívico de Bellavista hay que buscarlas hacia la última década del siglo XX.

Cuando en los terrenos de la antigua la Fundición “Prida e Hijos” se preveía la instalación de un equipamiento deportivo de carácter provisional.

En el año 1994, el antiguo edifico de la fundición Prida es recuperado por los vecinos de Bellavista, agrupados bajo el nombre de Colectivo Prida, para destinarlo a casa de la Cultura provisional, al mismo tiempo que se entablan negociaciones para que la diputación ceda terrenos en la zona del Cortijo Cuarto para la construcción de un Polideportivo. Desde el cierre de las naves, eran utilizadas ya por los vecinos y vecinas como lugar de encuentro y centro social, donde se realizaban actividades vecinales de todo tipo, promovidos por la Coordinadora de Entidades para el Centro Cívico-Colectivo Prida.

En el año 1995, los vecinos elaboran un Manifiesto por la Casa de La Cultura, manifiesto apoyado por más de 5000 personas, casi todos los comercios del barrio y las parroquias del barrio y la iglesia evangélica. En dicho manifiesto se solicita la cesión de los terrenos de la fundición para la construcción de un Centro Cívico y una Zona Verde. El Excmo. Ayuntamiento de Sevilla se compromete se compromete a la construcción de dichos espacios.  En diciembre de ese mismo año, los vecinos aprueban los planos elaborados por el arquitecto municipal, enriquecido con aportaciones de los ciudadanos.

Desde esa fecha comienza a materializarse un proyecto, elaborado con la participación ciudadana, que finaliza con la construcción y puesta en marcha por parte del ayuntamiento, a finales del año 1999, de las instalaciones de lo que hoy es el edificio del Centro Cívico de Bellavista.

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