Exposición 'La costilla de Santa Clara' de Manuel León
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- Exposición 'La costilla de Santa Clara' de Manuel León
- 2017-06-29T10:00:00+02:00
- 2017-09-10T15:00:00+02:00
- Óleos, sevillanas, acuarelas, fórmulas químicas, luces, retablos, bocetos, dibujos y leds.
Óleos, sevillanas, acuarelas, fórmulas químicas, luces, retablos, bocetos, dibujos y leds.
La obra de Manuel León (Villanueva del Ariscal, Sevilla, 1977) riega muy a favor de las hojas de verdad. De los cinco jardines catalogados como históricos que hay en la ciudad de Sevilla el conocido como “Jardín de la Torre de Don Fadrique” es el más recóndito, el menos conocido. Así que haciendo todo un ejercicio de descubrimiento entre científico, popular y artístico esta exposición quiere resituar a una planta. En un mundo donde la tendencia natural de lo humano nos está llevando al asesinato de la naturaleza, Manuel León hace un reconocimiento, en clave micropolítica, a una planta centenaria.
El cuerpo central de la exposición está dedicado a la semi-trepadora “Monstera Deliciosa” conocida como “Costilla de Adán”. Esta planta tiene su origen en las selvas del sur de México y Centroamérica, crece buscando la luz entre árboles y tiene unas singulares aberturas en sus grandes hojas para ser más ligera frente al viento. Su fruto sabe a piña y guanábana, tiene usos medicinales y si te lo comes sin limpiarlo bien puedes quedarte sin voz. A Europa no llega hasta mediados del siglo XIX para instalarse en los jardines románticos.
Probablemente el ejemplar que tenemos aquí y que ha servido de base para las pinturas de Manuel León fuera plantado bajo la propuesta de Juan de Talavera, arquitecto municipal y un importante paisajista en la ciudad que convirtió las viejas huertas del Monasterio de Santa Clara en un jardín para dar cabida a un museo arqueológico entre los años 1920 y 1924. Lo que proponemos en esta exposición es hacer trascender a una planta (olvidada y casi abandonada) a la categoría de divinidad. Este hallazgo, casi fortuito, del artista paseando por el Espacio Santa Clara lo convierte en acto y potencia como regalo a la ciudad.
De alguna manera hay un acto de sacralización del Espacio de Santa Clara, (sede importante de exposiciones como “Las Santas de Zurbarán” o “El Joven Velázquez” comisariadas por Benito Navarrete o “Sacer” comisariada por Pedro G. Romero y futura sede del Año Murillo), no para el catolicismo sino para la religión del arte. Partiendo de una actitud contrarreformista la intención de presentar a la costilla de Santa Clara como una nueva deidad tiene un juego sobre qué puede el arte. Y abre una pregunta sobre el acto sagrado de las imágenes dentro del museo ¿quién sacraliza a quién?. De alguna manera, afirma Manuel León, “me hace gracia verlo como un acto re-iconoclasta, porque, realmente el meterte en la forma de percibir del que mira y hacerle disfrutar de algo tan cotidiano como es la observación de una planta jugando con los códigos de la alta cultura”. Hay un juego de dobles sentidos, que utiliza el asombro, la broma y la exaltación para generar nuevas relaciones con el objeto.
Las obras de Manuel León están compuestas desde la ficción y nacen de un imponente ejercicio de escucha, reflexión y reutilización de la tradición sevillana bajo las referencias e imaginarios del Barroco (Murillo, Zurbarán y Velázquez) y de la influyente pintura holandesa del siglo XVI.
Aquí encuentras óleos, sevillanas, acuarelas, fórmulas químicas, luces, retablos, bocetos, dibujos y leds. Es un momento importante, y también de transición hacia un lugar más luminoso, en la vida del pintor sevillano por eso hemos querido mostrar algunos cuadros y acuarelas de sus conocidas series de nazarenos que nunca se han expuesto en Sevilla. Es también una forma de dar fe de que desde hace años las obras de León han viajado a muchos lugares (México, Bruselas, Madrid, Santander, Málaga entre otros) contando cosas que nos pasan y que siguen estando ahí.
Relación con Año Murillo
Manuel León, heredero de la tradición sevillana ha trabajado, de manera natural, bajo las referencias e imaginarios tanto del Barroco como de la pintura holandesa del siglo XVI. Múltiples referencias aparecen en sus obras y en esta exposición es crucial, como aparecerá en los estudios encargados para el catálogo, las referencias a la Inmaculada de Soult de Murillo, esa representación icónica y atemporal y a las pinturas que decoraban la arquitectura efímera como la encargada por Justino de Neve a Murillo para Santa María la Blanca.
Las obras de Manuel León para esta exposición hacen trascender a una planta ornamental como es La Costilla de Adán a la categoría de divinidad, una especie de analogía al acto de santificación que se efectúa en la obra de Bartolomé Esteban Murillo cuando el pintor eleva a una joven sevillana al estatus de madre de del dios cristiano. Así mismo en las pinturas de León se pueden encontrar guiños a otras obras cruciales del artista sevillano como Santo Tomás de Villanueva repartiendo limosna obra cumbre en cuanto a composición que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla y que forma parte de uno de los proyectos estrella de la celebración del Año Murillo en Sevilla, al tratarse de una pintura de la serie del convento de los capuchinos.