El Ayuntamiento abrirá un proceso de participación para que los vecinos definan el uso final de las edificaciones destinadas a equipamientos públicos en el proyecto para recuperar y desarrollar los terrenos de la antigua algodonera de Alcosa

El alcalde traslada a vecinos y comerciantes esta iniciativa para dar voz ciudadana en las tres edificaciones, incluidos los torreones, que podrán dedicarse a equipamientos culturales, sociales, para mayores o asociados a proyectos de empleo

El Ayuntamiento de Sevilla abrirá un proceso de participación ciudadana para definir el destino final de los equipamientos públicos asociados al proyecto de recuperación y puesta en usos de los suelos del antiguo complejo industrial de la Algodonera Virgen de los Reyes, en Alcosa. Así lo ha trasladado el alcalde de la ciudad, Antonio Muñoz, en un encuentro con vecinos y comerciantes del entorno. “El barrio ganará espacios culturales, sociales, instalaciones para nuestros mayores o asociadas al empleo. Seréis los propios vecinos quienes concretaréis los usos de los equipamientos públicos en este gran proyecto transformador que tendrá un enorme impacto sobre la expansión Alcosa, así como en su empleo y actividad económica posterior”, ha dicho.

 

En concreto, el alcalde, acompañado por el delegado del Distrito Este-Alcosa-Torreblanca, Juan Tomás de Aragón, se ha reunido con las asociaciones de vecinos de Alcosa y Jardines del Edén, así como de los comerciantes del entorno del Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla, FIBES, para analizar el desarrollo del proyecto, cuyas obras de urbanización ya se han iniciado, y que contempla la protección tanto de la fachada y los torreones que constituían el frente y la imagen de aquella fábrica como las tres edificaciones principales, que pasarán a ser equipamientos públicos. “Sobre estas últimas, tendréis voz para decidir a qué se destinan”, ha remarcado Muñoz.

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El proyecto para los suelos y edificaciones de la antigua algodonera de Alcosa combina distintos usos: residenciales, terciarios y de oficinas y espacios públicos y culturales y con un modelo donde conviven viviendas de renta libre y viviendas protegidas en una misma urbanización, al tiempo que facilita la integración de la barriada de Alcosa con los de alrededor y, en consecuencia, con el resto de la ciudad. “Estamos arrancando un gran motor para Alcosa”, ha incidido el regidor.

 

Estos suelos, entre el Polígono Aeropuerto y el Parque Alcosa y propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos del Proceso de Reestructuración Bancaria (SAREB), serán transformados en una nueva área residencial donde se proyecta la construcción de 919 viviendas (451 protegidas), que se alternarán con 50.000 m2 de zonas verdes y espacios libres –hasta 6 hectáreas– que estarán dotados de todos los elementos para la estancia y disfrute, como itinerarios peatonales, zonas de juegos infantiles y de aparatos de ejercicio físico, bancos, pérgolas y 630 nuevas plantaciones. Se incluye en el proyecto la cesión de dos parcelas para 141 viviendas al Ayuntamiento, que se entregarán totalmente urbanizadas y destinadas a vivienda pública.

 

Sus 116.646 metros cuadrados de superficie se encuentran desde hace años abandonados y sin uso, con el consiguiente deterioro de todo el conjunto, en cuyo interior aún se conserva parte de las naves donde se desarrollaban los procesos industriales de la antigua algodonera. Se mantendrán las edificaciones de una planta y los torreones que constituían el frente y la imagen de la algodonera –obra del arquitecto Aurelio Gómez Millán– hacia el exterior, hacia la calle Secoya. Los tres edificios principales del conjunto se convertirán en equipamientos públicos.

 

El proyecto de urbanización incluye también 6.440 m2 de terrenos que se extienden entre el acerado de la calle Secoya y su entorno. Asimismo, recoge también la urbanización del espacio situado entre el frente de la antigua instalación industrial y la calzada de la calle Secoya, propiedad del Ayuntamiento de Sevilla. Por esos terrenos discurría antiguamente el canal de riego del valle inferior del Guadalquivir. Perdido ya su uso, se propone ahora rellenarlos y acondicionarlos como lugar ajardinado y de paseo. Por otro lado, en el acceso de la instalación pero ya en su interior se localizaba un pequeño jardín ornamental con una imagen de la patrona de la algodonera, que será mantenido por el proyecto de urbanización como elementos de jerarquización y organización del espacio del parque.

 

Junto al nuevo desarrollo residencial previsto en esta amplia bolsa de suelo, se respetan los niveles de protección patrimonial asignados al complejo (la fachada y los torreones). Es decir, se protege el patrimonio cultural e industrial de la ciudad y se conservan los tres edificios principales con más de 3.000 m2 para destinarlos a un fin totalmente público.

Las obras de urbanización arrancaron hace casi un mes, contemplan una inversión de 7,4 millones de euros e incluyen todo el entorno sobre el que se actúa, así como el espacio situado entre el frente de la instalación y la calzada de la calle Secoya –por esos terrenos discurría antiguamente el canal de riego del Valle Inferior del Guadalquivir– y se prolongará durante unos 15 meses. Mientras, la inversión global en todo el complejo superará los 65 millones de euros.

 

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