El Ayuntamiento impulsa en los Jardines de la Buhaira un espacio de control preventivo de plagas en los naranjos dentro del programa Life Citrus para evitar enfermedades en los cítricos
Esta iniciativa tiene como objetivos la plantación de vegetación que facilite la presencia de insectos polinizantes y auxiliares para el control de plagas y amenazas específicas para los cítricos de la ciudad El delegado David Guevara destaca el impulso municipal a estas experiencias que protejan el naranjo como patrimonio verde aprovechando los análisis y las conclusiones de otras ciudades de Europa
El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Delegación de Transición Ecológica y en el contexto del programa Life Citrus de la Unión Europea, va a impulsar en los Jardines de la Buhaira un espacio de control biológico y preventivo para la salud de los árboles cítricos de la ciudad, en su mayoría naranjos, y la prevención de plagas a través de medios naturales respetuosos con el medio ambiente y los usuarios de este parque abierto al público. Life for Citrus se encuadra en el Programa de Medio Ambiente y Acción por el Clima (LIFE) de la Unión Europea (UE) que impulsa la prevención de amenazas para estas especies arbóreas como el HBL (Huanglongbing), una bacteria transmitida por insectos que causa la muerte progresiva de ejemplares por defoliación y sequedad, lo que ha provocado graves consecuencias en todo el mundo.
La iniciativa que se pone en marcha en el Parque de la Buhaira para la gestión integral de plagas propone la plantación de praderas tapizantes en las calles de un huerto de naranjos que fomente insectos polinizantes y otras especies auxiliares frente a las que pueden transmitir esta bacteria, cuya presencia ya se ha detectado en algunas ciudades de España después de causar graves problemas en todo el mundo. Esta estrategia es respetuosa con el medio ambiente a través de materiales vegetales resilientes y cuenta con todos los requisitos relacionados con la salud pública y el respeto a la biodiversidad. La planificación minimiza la necesidad de recurrir a plaguicidas, reduce la huella de carbono y los efectos del cambio climático.
Para el desarrollo se ha establecido un calendario de trabajos que parten del análisis de los ejemplares de árboles existentes y la preparación de la superficie con laboreos que alcancen al menos los 30 centímetros de excavación con el objetivo de eliminar la compactación de la superficie, la posible existencia de adventicias y la generación de un sustrato mullido y suelto para la germinación de semillas con la aportación de todos los elementos necesarios, como es el caso de sustratos vegetales y similares. Posteriormente se completarán alineaciones con los ejemplares necesarios, se instalará un sistema de riego y se procederá a la siembra de las praderas tapizantes descritas. Para ello se aprovechará las condiciones climáticas favorables de otoño con los aportes necesarios de rulado y suministro de agua que favorezcan el arraigo en función de las precipitaciones. Se realizarán además todas las tareas propias de mantenimiento como escardas o siegas y se plantarán arbustos compatibles destinados a alojar artrópodos auxiliares así como de un hotel de insectos y cajas nido para especies de pájaros locales para completar el ecosistema.
Esta propuesta contiene además una vertiente divulgativa a través de la instalación de paneles explicativos que contengan códigos QR con la información sobre la naturaleza del proyecto así como visitas monitorizadas por divulgadores que definan todas las estrategias y elementos que contempla. El presupuesto de esta propuesta alcanza los 35.000 euros
El delegado de Transición Ecológica, David Guevara, ha recordado que esta actividad forma parte de un contexto más amplio que la Unión Europea ha programado a través de un presupuesto de 3,2 millones de euros orientado a la salud de los naranjos que tiene a Sevilla como epicentro y que incluye otras líneas de trabajo como congresos con la participación de profesionales públicos y privados comprometidos con la salud de los árboles. “Los árboles cítricos y el naranjo en particular forman parte del patrimonio verde, la cultura y la historia de la ciudad. Estas tareas de prevención anticipa soluciones a los problemas que se han identificado en otras ciudades de Europa y de España y manifiestan el compromiso municipal con el medio ambiente y con estos ejemplares”, ha destacado, recordando que la ciudad alberga 45.000 ejemplares en total, lo que representa el 25 por ciento del arbolado en el viario público.