¿Cuál es el estado del ficus de la iglesia de San Jacinto?
Un análisis técnico realizado en 2021 reflejó serios daños en el árbol de la parroquia de San Jacinto
Tras la caída de una gran rama el 19 de marzo de 2021 que provocó heridas a seis personas, una de ellas de gravedad, el Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla intervino de emergencia y subsidiariamente en el árbol (esto es, se encargó de las tareas en un árbol propiedad de la parroquia debido a su peligro).
El ficus de la parroquia de San Jacinto había causado al menos 20 caídas de ramas desde 2016.
En el análisis previo a la intervención, los técnicos detectaron una serie de problemas en el ficus:
- Corteza abultada y seca en rama de más de 70 centímetros de diámetro y tramo de 3,5 metros de longitud, con fendas (rajas en la madera) que delataban pudriciones internas.
- Aparición de raíces epígeas (aéreas descendiendo verticalmente) que se introducían sobre esas fendas aprovechando su humedad y provocando una autofagia del propio árbol (es decir, el árbol se alimenta de sí mismo). Una actividad natural del ficus que restaba estabilidad de las ramas.
- Presencia de numerosos hongos xilófagos de los géneros y especies Auricularia auricula-judae, Schizophyllum commune, Ganoderma sp y Biscogniauxia sp, y que dejan patente el avance futuro de las pudrición.
Los técnicos concluyeron que el riesgo que presenta actualmente este árbol ubicado en el recinto de la iglesia de San Jacinto, titular del mismo, es consecuencia de las podas drásticas que ha ido sufriendo a lo largo de su historia y del entorno en el que se desarrolla este ejemplar:
- Los reiterados desmoches a lo largo del tiempo han dejado al descubierto en el árbol grandes zonas de la estructura principal y secundaria de ejes y ramas que, debido a las quemaduras solares, son agravadas por el acusado estrés hídrico: problemas de absorción por falta de agua y necesidad contante de buscarla.
- El sistema radicular es muy potente pero está enormemente limitado por su entorno: la propia iglesia, el cerramiento del patio donde se ubica el ficus y el pavimento tanto de este como de la calle, por cuyo subsuelo están extendidas las raíces, el templo y el colegio anexo.
Consecuencias:
- Estas zonas de albura (parte joven de la madera) necrosada por las quemaduras y agravadas por el estrés hídrico son así fácilmente colonizables por hongos xilófagos.
- Los ejes debilitados, la desestructuración de la copa y la mala inserción de reiterados en los puntos de corte (es decir, varias ramas saliendo de un mismo corte) hacen peligroso el árbol ante episodios de vientos y periodos de sequía prolongados y altas temperaturas.
- Estos fallos en estructuras tan alteradas acarrean su vez más fallos en cadena, puesto que la desadaptación que provocan aumenta aun más la inestabilidad del resto de ejes-ramas del ejemplar.
En su solicitud de licencia de apeo por parte de la Orden de Predicadores Dominicos el 30 de septiembre de 2021, el titular del árbol incide en el “peligro” que supone, avisa de los “abundantes” desprendimientos de ramas que en una ocasión obligó de nuevo a intervenir de urgencia a los servicios municipales, en este caso Bomberos ese mismo mes, y sobre un “explosivo crecimiento de nuevas ramas” que pone en riesgo a los viandantes y al templo.